Encontrar el objeto con el que sospechas que tu hija se autolesiona es una oportunidad para abordar el tema con ella y comunicarle tu preocupación como madre o padre, desde una actitud tranquila, sin que se sienta juzgada, y ofreciéndole ayuda. Abrir un espacio de comunicación puede ayudar a que la persona que se autolesiona se pueda expresar, pueda explicar qué hay detrás de esta conducta y facilitar así que pueda generar maneras más sanas de gestionar este malestar.

Pero es recomendable consultar con una persona profesional cuando: 

• La autolesión es frecuente (más de cinco veces en el último año).
• Hay un malestar emocional significativo y persistente.
• El método es potencialmente peligroso (como cortarse).
• Hay una alta sensibilidad al rechazo social. 
• La persona ha intentado dejar la autolesión sin éxito.