Mitos sobre las conductas autolesivas
Algunas de las falsas creencias que existen sobre las conductas autolesivas son:
- La conducta autolesiva es un intento de manipular
FALSO. Aunque algunas personas han aprendido que la única manera de recibir algún tipo de atención por parte de otras personas es incurrir en conductas como las autolesiones no suicidas, el hecho de que se autolesionen no significa que sean personas manipuladoras. Lo que sí quiere decir es que necesitan algún tipo de atención y que todavía no han aprendido estrategias más adaptativas que les ayuden a conseguirla.
- La autolesión no suicida es una conducta patológica e irracional
FALSO. Aunque las autolesiones pueden parecer incomprensibles para algunas personas, tienen siempre un propósito importante en el momento en que se producen y, por eso, no es una acción irracional. Las personas que se autolesionan lo hacen normalmente para sentirse mejor o para conseguir un alivio emocional inmediato, aunque después pueda tener consecuencias negativas a largo plazo.
- La autolesión es una señal de alarma de la persona que quiere suicidarse
FALSO. En principio, la autolesión no suicida es una conducta que se lleva a cabo sin intencionalidad autolítica, es decir, sin intención de provocarse la muerte. Es una forma poco saludable de hacer frente al malestar, por falta de estrategias más saludables y beneficiosas. Sin embargo, es cierto que hay muchos estudios que confirman que la autolesión no suicida es un factor de riesgo para el suicidio, es decir, que cuando una persona se autolesiona de forma frecuente y grave, suele estar en riesgo de desarrollar ideas de suicidio, que pueden llevarla a realizar algún intento de suicidio.
- Autolesionarse implica tener un trastorno mental
FALSO. Estas conductas no se producen siempre en el contexto de un trastorno mental. De hecho, cada vez más se observan en la población no clínica y, en muchos casos, puede intervenirse desde un ámbito no especializado en salud mental. En las últimas décadas, ha habido un incremento de las autolesiones no suicidas entre chicos y chicas sin ningún diagnóstico de salud mental, como una forma de expresar el malestar.
- Autolesionarse no es un problema; mucha gente lo hace
FALSO. Quizás muchas personas se autolesionan –incluso puede que conozcas alguna que lo hace– y no tienen ningún trastorno o problema de salud mental, pero la autolesión no es una forma saludable de afrontar el malestar. Aunque pueda parecer que sirve a corto plazo, recurrir a esta estrategia a medio y largo plazo puede tener consecuencias muy problemáticas, e impide que la persona pueda aprender estrategias más saludables.
- Es necesario resolver los problemas del pasado para dejar de autolesionarse
FALSO. No hay ninguna razón para pensar que se debe esperar a superar todas las experiencias negativas del pasado antes de dejar de autolesionarse. De hecho, dejar de autolesionarse puede ayudar a empezar a resolver el resto de problemas.
- Las autolesiones no suicidas son una forma de llamar la atención
FALSO. Las personas se autolesionan por razones muy diversas, y muchas de ellas esconden las autolesiones para no enseñarlas. En una misma persona, incluso pueden variar los motivos y la forma de autolesionarse con el tiempo.
- Autolesionarse es algo de adolescentes
FALSO. No, la autolesión no suicida como mecanismo para afrontar el malestar puede estar presente a cualquier edad, pero es cierto que es más frecuente entre personas adolescentes y jóvenes adultas.
- Las autolesiones no tienen consecuencias a corto plazo
FALSO. Las consecuencias de autolesionarse pueden producirse tanto a corto plazo como a largo plazo, y estas últimas pueden ser las más graves. A corto plazo, es una conducta que puede ser estigmatizante, además de afectar a las relaciones sociales e interpersonales, ya que implica aislamiento, sentimientos de incomprensión, preocupación y malestar en el entorno social y familiar, entre otros. Entre las consecuencias a largo plazo, además de la cronificación de estas consecuencias inmediatas, destaca el hecho de que la autolesión puede convertirse en la forma habitual de afrontar el malestar, lo que impide aprender estrategias más adaptativas, y todo lo que esto implica. Por otro lado, existe el riesgo de que esta conducta autolesiva se asocie a problemas más graves, como el desarrollo de ideas de muerte.