¿Qué códigos utilizan los jóvenes en redes sociales para hablar de autolesiones?
Las autolesiones no suicidas entre jóvenes y adolescentes es una conducta que ha aumentado notablemente en los últimos años. Sin embargo, este problema cuenta con muy poca visibilidad entre la sociedad y el acceso a información contrastada y a contenidos de ayuda es escaso.
Las y los jóvenes que se autolesionan están creando comunidades digitales en las redes sociales donde encuentran a otros iguales con la misma conducta y con quiénes compartir su dolor y sus experiencias. Para eludir las normas y reglas que limitan la publicación de contenidos sensibles, tales como imágenes de cortes en el cuerpo o palabras que incitan a desarrollar estas conductas, estos jóvenes han desarrollado un lenguaje propio.
La guía Abre los ojos ante las autolesiones en redes sociales, realizada por el grupo de investigación Comkids de la Universidad Rey Juan Carlos, tiene el propósito de informar y prevenir sobre el lenguaje que utilizan en redes sociales digitales los jóvenes que se autolesionan para conectar entre ellos y difundir contenidos relacionados con estas conductas. Además, también ofrece información sobre cuáles son las primeras señales de alarma de las autolesiones y cómo actuar ante ellas.
Buscar un espacio para comunicarse
Los motivos que llevan a la autolesión pueden ser diversos y complejos, y generalmente están vinculados a su relación con el entorno familiar o social. Los datos señalan que es más frecuente entre jóvenes entre catorce y diecisiete años, no obstante, es importante destacar que no hay un perfil que diferencie entre clases sociales, etnias ni género.
Los adolescentes que se autolesionan están creando un lenguaje propio en redes sociales para hablar de ello eludiendo las normas que limitan la publicación de contenido sensible
Estas conductas responden a un dolor que sienten de forma tan intensa que la única manera de calmarlo es a través de la autolesión. Es una forma de autorregularse y de sentirse aliviado y tener un cierto sentido de control. Socialmente, estas conductas son reprobables y están estigmatizada. Por este motivo, los jóvenes que se autolesionan sienten vergüenza y culpa de que sus padres o alguien les pueda juzgar y, por ello, acuden a las redes sociales, donde buscan a otras personas con quién compartir esta conducta para ser entendidos, compartir sus inquietudes y dudas, y sentir una “cierta seguridad” dentro de un anonimato.
En estas comunidades digitales creen encontrar tranquilidad y seguridad. Sin embargo, estos espacios contribuyen a normalizar estas conductas. Por eso, es importante alertar sobre esta situación, que debe ser tratada por profesionales de salud mental.
Metalenguaje para hablar de autolesiones no suicidas
Los contenidos generados en redes sociales distorsionan la realidad sobre estas conductas y limitan la capacidad de expresarse usando un número concreto de caracteres, imágenes, memes y emoticonos, principalmente orientados a manifestar estados de ánimo. La guía recoger las palabras clave más representativas y las imágenes usadas por las comunidades digitales para hablar de las autolesiones.
Este metalenguaje está compuesto por imágenes de cortes reales combinadas con metáforas visuales de los cortes por autolesiones, como, por ejemplo, los pasos de cebra o los códigos de barras.
Expresiones inglesas como #selfharm o #ouch, entre otras, etiquetan los contenidos y facilitan la conexión entre jóvenes que se autolesionan. Y memes o imágenes más elaboradas referencian los estados de ánimo, como la culpa, la alegría o la tristeza provocadas por la autolesión.
Por otro lado, es habitual que utilicen imágenes dulcificadas o infantiles, como gatitos o imágenes de estética manga, para configurar los perfiles anónimos con los que se identifican, generando una imagen romantizada de las autolesiones no suicidas.
Familiarizarse con estos códigos puede ser importante para ayudar y prevenir conductas autolesivas en nuestra población joven.
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